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Cuando un ser querido está encarcelado, es importante mantenerse en contacto con él para mantener viva su relación y potenciar su bienestar mental. Una forma estupenda de fomentar la conexión y hacer que sonría es visitarle en persona. Una interacción cara a cara ayudará a su ser querido encarcelado a recordar que no está solo y a mantener vivo su vínculo. Sin embargo, visitar a una persona encarcelada no es algo sencillo, improvisado y que se pueda hacer tantas veces como se quiera. Hay muchos procedimientos y protocolos que debe seguir para poder tener una visita sin estrés. Si es la primera vez que visita a alguien en la cárcel, siga estos consejos antes de ir.

HACER: Comprobar las normas específicas del centro

Antes de hacer planes para visitar a su ser querido encarcelado, debe comprobar las normas y reglamentos del centro específico en el que se encuentra. Puede consultar el sitio web del centro o llamar por teléfono si la información no aparece en línea. Este primer paso es imprescindible antes de planificar la visita.

NO: Aparecer sin avisar

Visitar una cárcel no es como ir al centro comercial, al zoo o a casa de la abuela: no puede presentarse cuando le plazca. Debe programar una visita con antelación con el centro específico que va a visitar. Normalmente, cada visitante debe pasar por un proceso de aprobación antes de poder programar una visita. El centro también impondrá límites a la frecuencia de las visitas.

HACER: Respetar las normas

Cuanto más se respeten las normas, más fluida será la visita. Cosas como llegar temprano, traer la documentación adecuada y supervisar a los niños son muy importantes. Si lo hace, se asegurará de que se le permita ver a su ser querido encarcelado, y ese es el objetivo final, ¿verdad?

NO Romper el código de vestimenta

La mayoría de las cárceles y prisiones tienen un estricto código de vestimenta para los visitantes que acuden a ver a los reclusos. Una regla general es evitar la ropa ajustada, transparente y que deje al descubierto el vientre. Evite los pantalones cortos y los vaqueros rotos, y lleve zapatos cerrados. También debe llevar ropa interior y calcetines. También es importante evitar cualquier prenda que pueda considerarse relacionada con las bandas. Asegúrese también de evitar vestir del mismo color que los reclusos. El color que visten y el código de vestimenta específico para visitantes suele encontrarse en el sitio web del centro.  

HACER: Hablar de las cosas importantes

Dado que las visitas son limitadas en tiempo y frecuencia, aproveche este tiempo para hablar de las cosas importantes con su ser querido. Intente evitar temas delicados como las fechas de puesta en libertad y céntrese en lo que su preso quiera hablar. Aquí encontrará más consejos sobre qué hablar con su ser querido encarcelado.

NO: Llevarles ningún objeto

Para evitar el comercio de contrabando de los huéspedes, es importante tener en cuenta que no puede llevar a su ser querido encarcelado ningún artículo cuando lo visite. La mayoría de los centros le permitirán llevar dinero en efectivo para las máquinas expendedoras, pero con un límite de unos 20 dólares. Sin embargo, no se permitirán regalos, ropa o comida de fuera dentro del centro.

HACER: Enviarles fotos con antelación a través de Pelipost

Aunque no puede traer objetos para regalar a su ser querido durante la visita, PUEDE enviarle fotos con antelación a través de Pelipost. Una foto física es un objeto preciado que su ser querido encarcelado podrá recordar entre visita y visita.

¿Listo para enviar fotos? Puedes descargar la aplicación Pelipost a través de la Apple App Store o Google Play Store.

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